Un futuro que se proyecta hacia la nada.
Un suspiro que inhala un poco de la nada.
Ese ruido ensordeciente que se cuela entre los pensamientos y enloquece hasta al más fuerte.
Dulce nada, mientras te yaces en mi entorno te tomo a la ligera y cuando me abandonas, te echo de menos.
Creo que una vez más, con la cabeza inclinada ante la vergüenza que me causa regresar a tí, estaré dispuesta a darte posada dentro de mi humilde y solitaria morada.
Yours Truly,