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Desafortunadamente, cuando las cosas se planean demaciado para eliminar cualquier rastro de error que pueda ser cometido, la estrategia tiende a fallar. En este caso, el controlado termino siendo el controlador, sin darse cuenta la magnitud de su encanto.
Que paso con nuestras intenciones de dominar a cuanta criatura exista y sea suceptible a nuestro tan intenso poder de conocimiento. Aparentemente, uno se muere y nunca termina de aprender nuevas lexiones de la vida.
El capitulo 23, es una historia llena de lujuria, mas que todo satisfaccion insaciable que nunca ha podido lograrse, en este caso. Dado asi, la vuelta no tiene pierde... Desafortunadamente, el circulo vicioso en el que me veo envuelta sigue su curso sin yo estar al tanto de sus actividades irregulares. Tratando de ignorar aquellos 22 capitulos que tanto han impactado mi forma de ser. Ese ser que viene siendo el mismo ser de mi forma de ser.
Pensar que la experiencia llega a un punto de convertirse en algo relativamente irrelevante. Es como si los hechos que trascurren la vida de un ser humano nunca hubiesen ocurrido. Y en el medio... yo.
El final aun no esta escrito. Si todo esto dependiera solo de mi, no le pondria final, solo por satisfacer esa necesidad emocional que tanto me carcome el alma. Sin entender como ni porque, solo se busca un alivio temporal en lo que puede llegar a ser un arma de doble filo completamente ajena a mi control.
Asi el final no este aun escrito, predecir los hechos no sera nada dificil. Esta etapa de la historia girara hasta que yo de abasto. Hasta que se me pudran las entrannas de tanto querer algo que nunca existio, ni mucho menos llegara a existir.
La idea principal no es convertir el capitulo 23 en un amor frustrado ni nada por el estilo. Simplemente, llenar un vacio karmico que sacia su hambre haciendome infeliz.
Dunkelschwarz/ 2008
